Por lo general, el cultivo del kiwi se realiza en campo abierto, ya que se trata de una trepadora que tiene un gran desarrollo vegetativo, y por tanto ocupa mucho espacio.
Además, la planta del kiwi es dioica, por lo que necesitaremos al menos dos plantas, una hembra que da flor para que se forme el fruto y un macho que da flor para polinizar a la hembra correctamente y conseguir producción.