A veces nos complicamos la vida en la cocina, queremos ofrecer un postre exquisito, sano y con buena presencia… A veces, la cocina creativa, no necesita mucha preparación, sólo imaginación.

En muchas ocasiones el mejor postre es una pieza de fruta. Esto es muy sencillo, ¡no hay que preparar nada! Pero… ¿Y si no nos da más por la fruta tal cual? Dice la sabiduría popular que comemos por los ojos, y a veces si algo no nos entra por la vista, no nos apetece probarlo…

mandarinas

Bueno, pues os dejo una idea para convertir una mandarina, en un postre original sin apenas preparación:

caracol de mandarinas

Dejando una tira en el centro de la mandarina al pelarla, podemos conseguir la forma de un caracol. Si dejamos un poco de piel en la base, podemos abrir los gajos de la mandarina sin que se separen del todo, quedando en forma de flor. Este tipo de presentación creativa suele gustar a los más pequeños, por lo que es una forma de que l@s niñ@s empiecen a comer fruta.

La mandarina es rica en fibra, vitamina C y potasio, y durante el invierno es un aliado estupendo para prevenir los resfiados.

Por cierto ¿habéis probado el zumo de mandarina exprimido? El de naranja es un clásico, pero este gran desconocido, que es el de mandarina, es un poco más dulce, y tomado varios días en ayunas ayuda a depurar el organismo.

Oye, me ha gustado la idea de las presentaciones creativas con piezas de fruta.. ¿Se puede hacer con más frutas? ¿Con una manzana, con un plátano? ¡Sí! 🙂 Incluso combinando varias frutas…

¿Quieres ver alguna idea más? Sigue el blog y estate atent@ a próximas entradas.

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